Torres, uno de los más reconocidos líderes de la izquierda colombiana, hace parte del Polo Democrático Alternativo (PDA), del ala democrática, como la denomina.
Torres, quien fundó el Movimiento Obrero Independiente Revolucionario (Moir) en 1971, con Francisco Mosquera, afirma que la división interna del PDA revivió con la marcha del pasado 4 de febrero, pero también anuncia que vienen vientos de cambio que permitirán alianzas con otros sectores políticos diferentes a la izquierda.
Foto: Diego Caucayo / EL TIEMPO
Marcelo Torres aspiró al Senado por el Polo Democrático en el 2006 y después fue a pelear la Alcaldía de Magangué, pero no la consiguió.
¿Qué tan bien librado salió el Polo con la marcha del pasado 4 de febrero?
Para el Polo fue un gran acierto su participación, pero esta decisión se vio debilitada cuando decidió concentrarse y no marchar. Esto se debe a una pugna interna entre dos tendencias: la democrática, que considera que debe ser total el deslinde del tema de la lucha armada y de la combinación de las formas de lucha, sin ambigüedades; y la otra tendencia es la que es renuente a establecer este deslinde de manera plena, porque cree, erróneamente, que si se hace eso, es ponerse del lado del Gobierno y de la extrema derecha. Ese debate se reabrió y se intensificó con la marcha.
¿Por qué es la pugna?
Hay tres factores que han incidido en que este debate se reabra: la posición del senador Gustavo Petro, las declaraciones de Lucho Garzón y una tradición del Moir verdadero, del cual formo parte, que desde hace mucho rato planteó esta posición.
¿Cuál es la posición del Moir auténtico?
El verdadero Moir siempre ha planteado que es necesaria, tal y como lo propone ahora Lucho Garzón, una gran coalición para que se pueda dar un cambio en Colombia. Esas alianzas pueden ser con sectores de centro, el Partido Liberal, incluso con sectores del establecimiento. El Polo debe adoptar esa política.
¿Esto no está sujeto a lo que pase en el Polo este año?
Naturalmente, esta es una pugna en curso que ha ido evolucionando bien, pero que está sujeta a lo que ocurra en dos eventos cruciales del Polo de este año, que son la reunión de la Dirección Nacional, que será entre el 28 de febrero y el 2 de marzo en Bogotá, y el Congreso Nacional que debe realizarse antes de concluir el año.
¿Qué temas se van a tratar en el encuentro de finales de este mes?
Varios asuntos gruesos: el deslinde con la lucha armada, la política de alianzas y cuál es la naturaleza del Polo. También se deberá tomar una decisión sobre cómo deben ser las reglas de juego del Polo. Es decir, vamos a decidir por mayoría la orientación del partido.
¿Solo eso se va a tratar?
Tenemos que tratar el tema de las elecciones del 2010, porque se va a definir la fecha del Congreso Nacional del Polo, que debe ser a finales de este año o comienzos del próximo. En él se deben adoptar decisiones sobre este asunto.
¿Cree que sí se pude dar en la reunión de la Dirección Nacional este proceso que usted anuncia?
Naturalmente, la mayoría del Polo tiene esa posición.
¿Lucho Garzón va a esa reunión?
Lucho es del Polo, pero él envía sus delegados porque es una fuerza, es un dirigente.
¿Y cómo están las relaciones de Lucho con el Polo?
Se están recomponiendo aceleradamente. Hay acercamientos. Hay una atmósfera que hace prever que Lucho va a jugar un papel preponderante en el futuro inmediato del Polo.
¿El Polo está mirando más al centro?
No hablaría en esos términos. Yo diría que el Polo está en proceso de definir la política de alianzas que más le conviene al partido y al país.
REDACCIÓN POLÍTICA
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