Pelosi pide a Bush no presionar aprobación de TLC con Colombia

UN DÍA DESPUÉS DEL AVISO DE URGENCIA LANZADO POR LA CASA BLANCA

De “contraproducente” calificó la líder demócrata la posibilidad de que el presidente estadounidense presione la votación del acuerdo en el Congreso.

COMO “INCONVENIENTE” calificó la presidenta de la Cámara de Representantes del Congreso de los Estados Unidos, la demócrata Nancy Pelosi, la posibilidad de que el presidente George Bush intente presionar la votación del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre su país y Colombia, sin que se introduzca en las discusiones un paquete de ajustes comerciales o se evidencien avances reales en lo que tiene que ver con la disminución de la violencia contra sindicalistas en el país.

Resaltando el riesgo de que la discusión del Tratado pueda volverse un tema “controversial”, la líder demócrata, en diálogo con el New York Times, señaló que resulta “evidente” que Bush forzará el voto dentro del Congreso. “El tratado con Colombia es controversial en sus méritos (...) presionar el tratado en el Congreso, sin el consentimiento del liderazgo, sólo lo hará mas controversial”, aseguró Pelosi.

El miércoles, el mandatario estadounidense justificó la necesidad de aprobar el acuerdo recordando “los elevados desafíos en Sudamérica (…) como lo demostró la reciente crisis en los Andes, la región se enfrenta a una creciente y dura elección: aceptar tranquilamente la visión de los terroristas y los demagogos, o apoyar activamente a dirigentes democráticos como el presidente Álvaro Uribe”.

“El acuerdo con Colombia es particularmente urgente. Mi gobierno ha trabajado con ambos partidos para que se apruebe este acuerdo con Colombia (...) queremos negociar de forma bipartidista, pero nos queda poco tiempo, no podemos permitir que no se tome ninguna decisión, es importante para nuestra economía y para nuestra seguridad nacional, tenemos que aprobarlo este año”, agregó Bush.

Hasta el momento no hay fecha para que el Tratado sea votado en el Legislativo y su trámite y discusión permanecen paralizados en razón de las exigencias demócratas, quienes defienden no sólo el tema del sindicalismo colombiano, sino que buscan también blindar a las centrales de trabajadores de su país para que el impacto de la entrada en vigencia del acuerdo sea la menor posible.

“La administración debería seguir este protocolo establecido de consultas con el congreso relacionado a la presentación de los TLC. Cualquier desviación de este procedimiento normal en el caso del TLC con Colombia podría resultar contraproducente y afectar los intereses a largo plazo de ambos países”, indicó Pelosi.

Para ser aprobado, el TLC requiere 218 votos. 180 de esos sufragios provendrían de la bancada republicana, afecta al acuerdo. Los restantes deben ser demócratas.

Sin embargo, el problema no es solamente de votos. La proximidad del receso legislativo dada la proximidad de los comicios presidenciales del 4 de noviembre podría impedir que el TLC surta el trámite requerido, es decir, 90 días hábiles para su consideración. Para evitar dicho escenario, las discusiones deberían culminar antes de julio próximo.

Analistas consultados por EL NUEVO SIGLO aseguraron que la premura del gobierno Bush respecto a la aprobación del TLC con Colombia, se debe también a la posibilidad de que John McCain, candidato republicano a las presidenciales de noviembre, sea derrotado por los demócratas Barack Obama o Hillary Clinton, quienes en reiteradas ocasiones han mostrado su rechazo al acuerdo comercial.